Es como abrir un menhir con las manos
Cesad de buscar, vosotros mismos sois la puerta
y también los guardianes que prohiben la entrada.
A cada paso que dais os alejais del ombligo
convertidos en fantasmas sedientos de aventura.
Creeís que el matrimonio os libera de la muerte
o que el dinero os inscribe en la jerarquía divina.
Cesad de buscar, el filtro mágico es la conciencia,
ojo que puede regresar a las cuencas vacías de Dios
atravesando la muerte. Nadie se encuentra a sí mismo
recorriendo los mares o bajando a cavernas.
No es fácil, es como abrir un menhir con las manos
porque tenemos un alma más dura que la piedra.
dire ne suffit pas, no basta decir, Le Veilleur Éditions, 2003.
Poème
de l’instant
Le spectateur enchanté
Posté à la fenêtre, dans la maison qui est la sienne, enca-
dré, tableau lui-même, il reste là, à regarder. Son regard
tourné vers qui, quoi ? Vers la rue ? Ne s’y rencontre-t-il,
au contraire, ni chemin ni défilé ? Pas davantage d’arbres,
de collines, de montagnes ? Pas non plus d’êtres vivants,
pas un seul ? N’y trouve-t-on donc que vide infini, ciel illi-
mité, insondable silence ?